En el valle de Paravachasca, en las sierras de Córdoba, se encuentra la Cooperativa de Trabajo Chañar Indígena Ltda. Su vicepresidenta, Tali Dipiazza, contó cómo esta organización busca visibilizar y fortalecer la identidad indígena en la región.
“La Cooperativa viene a dar un poquito de forma institucional al camino que venimos haciendo ya hace muchísimos años. Cada comunidad, cada identidad indígena ha estado trabajando por su parte y ahora hemos decidido unir fuerzas bajo esta nueva estructura”, explicó Dipiazza. Conformada a finales del año pasado, la recepción formal de la matrícula les generó nuevas oportunidades.
La elección de formar una Cooperativa no fue casual. Según Dipiazza, “la Cooperativa es lo que más nos resonó porque es una práctica ancestral también dentro de las comunidades. La circularidad de saberes y la singularidad en el trabajo y la producción se asemeja mucho a lo que ya veníamos haciendo”.
Este formato le ha permitido a la agrupación no solo formalizar sus esfuerzos, sino también acceder a recursos y oportunidades que de otra manera hubieran sido difíciles de alcanzar. “Ahora estamos caminando con esa matrícula que nos viene abriendo muchísimas puertas y posibilidades”, añadió.
Uno de los principales objetivos de la Cooperativa Chañar es visibilizar la cuestión indígena en Córdoba: “No es muy común hablar de lo indígena aquí, así que estamos abriendo camino en salud intercultural, educación intercultural y en el acceso al derecho indígena”.
La Cooperativa también se enfoca en la producción y comercialización de productos locales, así como en la transmisión de saberes ancestrales. Trabajan estrechamente con el Instituto de Culturas Aborígenes y otras instituciones para tomar posición en primera persona y contar su propia historia.
La formalización de la Cooperativa ha facilitado la colaboración con diversas instituciones, incluyendo la Universidad Nacional de Córdoba y el Museo de Antropología. Actualmente, están llevando a cabo un ciclo de talleres titulado Camino a la Reparación Histórica, enfocado en leyes internacionales que avalan los derechos indígenas. “Este ciclo va a ser itinerante por distintos territorios, así que terminamos aquí y ya de ahí nos vamos a otros lugares. También hemos hecho uno de efemérides para trabajar en las escuelas el tema del 11 y 12 de octubre”, comentó Dipiazza.
Para el segundo semestre del año, la organización tiene algunos desafíos: acaban de conseguir un espacio para ampliar su vivero de plantas nativas y medicinales, lo cual permitirá una producción más grande y la generación de empleo. “La idea es poder con la Cooperativa generar empleo y por supuesto seguir con la producción de saberes y encontrarnos en el trabajo y en la tierra”, señaló Dipiazza. También planean seguir colaborando con instituciones locales y expandir su alcance a través de nuevas alianzas. “De a poco se van abriendo las puertas y hay mucho interés y curiosidad”, expresó.