El Servicio Informativo TV entrevistó a la Psicóloga Daiana Tononi respecto de cómo la pandemia está afectando a la salud mental de la población. Destacó esta situación, por novedosa y debido a las constantes extensiones de la cuarentena, nos ubica en el campo de la incertidumbre, lo que genera miedos y temores para los que el sujeto humano no está preparado.
Señaló un incremento en las consultas, sobre todo debido a crisis de ansiedad tanto en niños como en adolescentes y adultos mayores, que fueron los más afectados. Sobre el primer grupo se explayó acerca de las problemáticas relacionadas con la falta de socialización y apropiación de un espacio común con pares en el proceso de enseñanza-aprendizaje, que siempre es con otros.
Asimismo, remarcó la importancia del lugar que se le dan a las emociones, poder hablar y darles un lugar posibilita enlazar con otro y empezar a construir una salida del asilamiento individual, ya que el sujeto humano es social.
En este contexto, explicó, cambiaron las condiciones y formas de vincularnos y debemos acostumbrarnos. Es necesario cambiar la mirada, haciendo hincapié en la responsabilidad y no en lo restrictivo, trabajar mucho las enseñanzas, lo que podemos aprender desde lo que nos acontece, pensando con otros, en el entramado social. Dejar de poner el ojo afuera ya que esto no nos permite salir adelante; dejar la proyección del otro, que se relaciona con el egoísmo propio del sujeto humano, para crear lazos y establecer nuevas realidades en la estructura social.
Entre las problemáticas surgidas durante este tiempo indicó el aumento del consumo de sustancias como psicofármacos, drogas y alcohol. Asimismo, las celebraciones de fechas especiales se vieron trastocadas, lo que afecta el proceso de duelo. Con el aislamiento y el distanciamiento se afectó la soberanía de nuestros cuerpos y la representación imaginaria del afecto en la cercanía del cuerpo, lo que implica inventar nuevas maneras para estar cerca. Por último señaló en este acontecer van surgiendo nuevas subjetividades y hay que ir dándole lugar a las emociones y sucesos, como manera de pensar e ir construyendo una salida esperanzadora.