Durante la tarde de ayer un poco más de 50 anticuarentenas salieron de la ciudad pasando frente al control policial para juntarse en la Rotonda y luego entrar a la ciudad a bocinazo limpio en contra de las medidas de aislamiento social preventivo y obligatorio que rige desde el inicio de la cuarentena para atenuar los contagios de COVID19.
Esos mismas 50 personas sin escrúpulos entraron a la ciudad pasando por el mismo control policial sin ser detenidos para averiguar el motivo de la reunión, transitaron las calles del centro con cierto bullicio y luego se bajaron de sus vehículos para congregarse en la plaza San Martín. A algunos se los vio sin el barbijo que se exige para estar en contacto con otras personas.
Al grito de libertad y tras cantar el himno nacional, el irrisorio grupo se desconcentró y se retiró del lugar. Llamó poderosamente la atención la falta de control policial en la plaza para desalentar el agrupamiento de la gente, como si la zona hubiese sido liberada para que tuviera lugar la manifestación.
Vale recordar que las fuerzas policiales sí actuaron en eventos privados desarticulando las fiestas y reuniones, pero en esta ocasión no hubo un solo efectivo de la fuerza que intentara una acción similar. Hubo políticos, dirigentes gremiales y ex concejales del partido que hoy gobierna el municipio, quienes lamentablemente no hicieron igual manifestación cuando hace unos años atrás el país se quedó sin Ministerio de Salud, sin Ministerio de Agricultura, sin Ministerio de Ciencias y Tecnología, en fin, cuando se llevó a cabo el desguace del Estado Nacional.
Fue una marcha de 50 heladeras frías y llenas, de las 4×4, de personas gélidas y falta de empatía, de esas que miraron para otro lado cuando no había vacunas durante la gestión anterior. Sojeros apátridas.