El intendente municipal Claudio Rossi recibió al Servicio Informativo TV para mostrar su otro costado: la huerta orgánica y su granja de animales de corral. Sus objetivos y la posibilidad de establecerlo como una política de Estado para que Rojas cuente con más producción agroecológica.
-¿Cómo se amalgama tener y atender una huerta con la gestión pública que, pandemia mediante, es muy demandante?
-Esto viene desde niño, cuando vivía en el campo siempre me atrapó, interesó el tema de la huerta, las abejas y los animales en general. Después la secundaria, la universidad y el recorrido de la vida me llevaron a alejarme de todo esto. Hace ya unos cuantos años estoy haciendo una actividad intensa en la quinta que heredé de mi padre.
Tengo una huerta de 8 metros por 15 metros, donde puedo conseguir para mí, para toda mi familia y para algunos amigos que siempre me visitan casi todo lo que se puede producir en esta tierra que es casi todo lo que se puede producir en esta vida.
Me levanto temprano, a las 5 de la mañana, le doy una hora al riego, a sembrar, a replantar, a darle de comer a las gallinas, a las cabras, a las ovejas y eso me genera un espacio mental muy importante para atravesar todo el día que como se sabe y no es motivo de esta nota, es muy intenso.
-Justamente esto para usted debe ser un cable a tierra…
-Así es y me interesa no por esnobismo, sino que me interesa la parte productiva: poder extraerle a la tierra todo lo que ella nos puede brindar. Un ejemplo de eso es que el año pasado me regalaron una batata, la sembré, me habrá llevado dos metros cuadrados y saqué una bolsa. Con una asada y regando.
Creo que además del placer de poder tocar la tierra, cultivarla, encontrar un recurso hay una enorme oportunidad para muchísimos compatriotas que están en dificultad. Hay que agacharse, poner un poquito de sudor y no es nada complejo. Cualquier página de internet te brinda la fecha de siembra, labores culturales y los mínimos cuidados que hay que tener para poder producir. La verdad es que a mí me conjuga muy bien con el tema de la política, con esto arranco bien despejado.
-¿Podría esto que usted hace plasmarse como una política de Estado, invitando a vecinas y vecinos, brindando herramientas y asesoramiento para que Rojas cuente alguna vez con un mercado local con producción agroecológica?
-Yo creo que tendría que ser (una política de Estado) el tema es que nos falta esa vocación. En la vanguardia de los países europeos están los famosos alimentos “kilómetro cero”. Esto implica la no contaminación de carbono, no transportar la mercadería.
A veces, cuando voy a la verdulería porque no tengo algo, pregunto de dónde vienen esos productos. Me dicen ‘de Salta, de Mendoza’ y me parece una estupidez gigantesca desde el punto de vista económico trasladar algo de Salta a Rosario, de Rosario a Rojas cuando con un invernáculo, con una mínima instalación alguien podría conseguir alimento de mejor calidad porque no maduran en tránsito, no consumen energía, ayudamos al medio ambiente y además lo tenemos cosechado al rato, lo cual brinda otra calidad y otro placer.
-¿Qué es lo que produce en su huerta?
-Casi todo: repollo, acelga, espinaca, brócoli, berro, cebolla, tomate, pimiento, berenjena, viene bien la papa. Yo hago todo sobre bancales o cama alta que es mejor para controlar la maleza. Lleva un poco más de tiempo, hay que gastar al inicio con las tablas y prepararlos pero en el recorrido largo se saca más ventajas.
Estoy tratando de mejorar la eficiencia con el riego. Tengo mangueras por goteo, porque es más eficiente que el riego por gravedad.
-Animales también tiene…
-Así es. Tengo cincuenta gallinas, lo cual me sobra para la producción diaria, para la familia. Tengo 5 ovejas, 5 cabras, 5 vacas. Hemos carneado así que nos producimos los fiambres. Estoy armando una sala de manipulación de alimentos porque la idea es que cuando termine la política pueda tener todo armado y producir el cien por ciento de lo que necesito.
La idea es que la cuenta económica de alimentos dé positiva. Hay muchas cosas que no se pueden producir acá como la yerba, el arroz, pero hay muchas otras que sí. Entre placer y recreatividad genera una importante moneda que ayuda a la economía familiar.
-Lo cual también se piensa en la salud, dado que lo que se consume sanamente hoy repercute en el futuro…
-Absolutamente. Acá no utilizo ningún producto químico para matar los yuyos, sino que lo combatimos a mano, no usamos nada que pueda contaminar y eso es muy favorable.
-Si a alguien le interesara encarar algo similar, ¿qué le aconseja?
-Hay que empezar de a poco, instruyéndose. Hoy en la televisión, en YouTube, en este programa hay muchas de estas cosas. Hay programas del INTA.
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