El charanguero Sergio ‘Keko’ Carballo le abrió las puertas de su taller al Servicio Informativo TV para contar sobre su pasión por la música y el charango, instrumento cordófono de los pueblos andinos, hoy apreciado en todo el mundo.
Oriundo de Germania, se radicó en Rojas hace unos diez años y nos cuenta “se me despertó la inquietud por la construcción de charangos, un instrumento que me cautivó desde el primer día y ya hace dos años que empecé a trabajar en el taller queriendo hacer el mío, entonces me di cuenta que esto es algo que no va a parar nunca hasta el último día de mi vida”.
“Me moviliza mucho, me da placer investigar, buscar, escuchar el sonido, trabajar la madera; pude hacer el mío que suena, fue el primero de prueba y lo conservo como una reliquia, hasta que empecé a estudiar luthería en el taller de Jorge Ibáñez, en San Pedro, un hombre que expone todos los años en Cosquín y que pertenece a la Asociación Argentina de Luthiers”.
“Luego me puse en contacto con varios luthiers, constructores de charangos, grandes maestros argentinos y chilenos también”, comentó Carballo y agregó “hay algo bueno que está pasando en la luthería: la generosidad que tienen los maestros en estos tiempos, porque históricamente era algo secreto, cerrado, que se transmitía de generación en generación, uno entraba al taller y paraban de trabajar para no mostrar cómo se hacía y ahora hay luthiers que se dedican a la difusión, a transmitir y yo di con varios de ellos como Eduardo Cornejo Miranda, un maestro en Chile, a quien personalmente no conozco pero me ha dedicado mucho tiempo”.
“El conocimiento surge de la práctica, uno tiene que hacer para aprender”, nos dice Keko en su taller y añade “cada instrumento es único e irrepetible, con un carácter distinto al otro, una personalidad única y eso lo hace maravilloso, hay una parte nuestra ahí”.
Carballo fabrica charango, charangón y ronroco, éste último es mucho más grande, con un mástil con más notas, una octava, para ser más específicos. El charangón tiene una cuarta de notas más.
Sus trabajos han trascendido las fronteras de Rojas. Ha entregado unos 20 instrumentos y se encuentra finalizando otro que pronto partirá hacia España, a las manos de un músico argentino radicado allí.