Sociedad

Edifican viviendas sociales con técnicas ancestrales y participación colectiva

En 2016, ante un escenario laboral adverso, un grupo de trabajadores de la construcción con diversas trayectorias dio vida a un proyecto inédito. Lo que comenzó como respuesta a la precarización laboral se transformó en La Entramada, una iniciativa que fusiona construcción sustentable con economía solidaria.

“El pronóstico venía complicado para todos. En lugar de esperar soluciones, decidimos crearlas”, relata Tomás Zunino, uno de los fundadores de la Cooperativa de Trabajo La Entramada Ltda. El nombre no fue casual: “La Entramada refleja nuestra esencia, cómo nos vinculamos y apoyamos mutuamente”, explica.

El modelo se basa en tres pilares fundamentales. Por un lado, la construcción con técnicas ancestrales y materiales naturales, adaptadas a necesidades contemporáneas. Por otro, la participación activa de los clientes en el proceso constructivo. Finalmente, la formación continua de sus miembros, muchos de los cuales ingresaron sin experiencia previa en el rubro.

“Algunos ya habíamos usado estas técnicas para nuestras propias viviendas. Cuando empezaron a llegarnos pedidos, vimos la oportunidad de profesionalizar el conocimiento”, detalla el trabajador. Sus proyectos combinan diseño bioclimático, uso de materiales autóctonos y reducción de insumos industrializados, siempre con talleres que enseñan a los futuros habitantes cómo mantener y replicar los sistemas.

La pandemia marcó un punto de inflexión. “Las consultas se multiplicaron. La gente comenzó a valorar espacios saludables y construcción participativa”, señala el cooperativista. Hoy, siete años después de su fundación, LA Cooperativa La Entramada no solo construye viviendas, sino que asesora a otros grupos interesados en replicar su modelo.

“Lo más gratificante es ver cómo crecen nuestros integrantes. Algunos llegaron sin oficio y hoy son especialistas en técnicas sustentables”, comenta Zunino. La formación interna es clave: desde cursos de perfeccionamiento hasta apoyo para completar estudios formales.

En un mercado dominado por métodos industrializados, La Entramada demuestra que es posible conciliar tradición e innovación. “No somos anticuados -aclara el cooperativista-, usamos tecnología cuando suma valor, pero siempre priorizando el bienestar colectivo y ambiental”.

Su experiencia evidencia cómo modelos laborales alternativos pueden prosperar cuando se basan en cooperación, sustentabilidad y desarrollo comunitario. Una lección especialmente valiosa en tiempos de incertidumbre económica y crisis ambiental.

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